Fundamentos del Plus Patagónico. La Región Patagónica Argentina. La Pampa en la Región

   En 1860 se terminó de integrar la Confederación Argentina. Catorce provincias y las tierras del indio, conformaron la Republica Argentina.
Las "tierras del indio" fueron luego conquistadas, colonizadas e incorporadas a la Argentina, pero no como provincias, sino como “cuasi colonias" que dependían de las catorce provincias históricas fundantes de la Confederación.
Se las gobernó y organizó desde Buenos Aires. Primero fueron gobernaciones, luego territorios nacionales, pobladas por gente de segunda, que ni siquiera eran ciudadanos. No tenían ni voz ni voto.
   Dijeron que esas tierras debían dividirse en dos regiones. La región del Norte se llamaría el “Gran Chaco’ La del Sur seria "La Patagonia’ Algunos desde Buenos Aires establecieron que el límite norte de la Patagonia fuera el Río Colorado. Antes habían dicho que ese limite sería el Río Negro. Ni antes ni después nadie preguntó o explicó el por qué.
Por supuesto ni La Pampa ni Río Negro, ni ningún territorio nacional tenían representantes en el Congreso Nacional. Menos en el Gobierno Central. Casi cien años después de la creación de la Confederación Argentina las “catorce provincias históricas"admitieron la creación de nuevas provincias. Los territorios nacionales tuvieron largas luchas para lograr sus autonomías. Finalmente lograron ser declaradas provincias. Entonces las nuevas provincias avanzaron en la creación de regiones para lograr en su acción conjunta recuperar las décadas de postergación impuestas por sus hermanas mayores. 
En el sur crearon la Región Patagónica, no a partir del Río Colorado, como les había sido impuesto desde Buenos Aires, sino con La Pampa integrada a la Patagonia como ellas mismas lo decidieron en 1996.
Ya antes, en 1985, el propio Congreso de la Nación, a través de la ley 23.272, y a instancia de sus autores (el Dr. Pedro Conchez y quien escribe) ambos senadores pampeanos, estableció que debían aplicarse a La Pampa todas las leyes y demás normas que regían en el resto de la provincias
patagónícas, entre ellas el plus patagónico.
Desde entonces se fueron creando organismos patagónicos que y reafirmaron aquellas decisiones, y se fue avanzando, aunque con tropiezos, en el cobro del plus patagónico.
Con este libro pretendo realizar un relato de este duro camino, y ayudar a quienes todavía no cobran el plus patagónico, para que logren que se haga justicia.

Antonio Berhongaray