Antonio T. Berhongaray: La Pampa y su lucha por la Autonomía. Prólogo Feliz Luna

El Fin Del Colonialismo Interno Argentino. 269pp. Prólogo de Felix Luna. Es interesante la observación que formula en este libro Antonio Berhongaray sobre la significación de los territorios nacionales que se fueron creando en el país a fines del siglo XIX. Para el autor, aquellos amplios espacios que la Nación tomó a su cargo para la administración y poblamiento eran, en la intención de las autoridades, equivalentes a las regiones que las grandes naciones europeas tomaron bajo su dominio en Asia y África. En la antigua Roma se llamaban "terrae provicte", es decir, tierras provenientes de victorias militares que luego se fueron incorporando al Imperio. Aquí, el Chaco, Formosa y, en menor medida Misiones, así como La Pampa y las restantes regiones patagónicas fueron también el fruto de acciones militares o de poblamientos de origen castrense. Y su condición de dependencias subordinadas al poder central se prolongó en el tiempo, mucho más tiempo de lo que la prudencia y la realidad de algunos de estos territorios aconsejaban. El libro de Berhongaray limita su tema a La Pampa, su provincia de origen. El texto evidencia el vigor con que expresaron sus sentimientos autonómicos y provincialistas los pampeanos. El trabajo de Berhongaray, político de raza y funcionario de importante trayectoria, no sólo es un homenaje a su patria chica y a las luchas pacificas de su gente para obtener una condición constitucional superior, así como a las inquietudes de estadistas y legisladores con idéntica tendencia. Es también una suerte de corte histológico de la historia constitucional argentina centrado en La Pampa, acaso el territorio que siempre estuvo en mejores condiciones para ser provincia, es decir, para gobernarse a si misma y extender a sus habitantes todos los beneficios de la democracia.